

Alfred Thompson, uno de los músicos cubanos más reconocidos internacionalmente, entra al Salón del Habano en Legendarios del Guajirito. Confiesa, emocionado, que siempre había estado interesado en trabajar con el proyecto así que, cuando hace cuatro años lo llamaron, se sintió muy a gusto. Desde ese momento, todas las noches, el saxofonista laureado y nominado con Grammys y Latin Grammy hace del show una experiencia mágica.
El saxofonista cuenta con un Grammy en 1998, un Grammy Latino en 2004, y fue nominado en el 2019 por el disco Saxofones Live Sessions, del Cuban Sax Quintet, en el que se unieron además Germán Velazco, César López, Evaristo Denis y Jamin Schery.

En este disco, Thompson interpreta Bolero a mi padre, Fiesta de Orishas y Sábila. Foto tomada de Cubarte
Luces, cámaras, todo listo para que este hombre de imponente figura pero sencillez impresionante nos cuente su experiencia en los Latin Grammy 2019 y en el proyecto Legendarios del Guajirito.
«Legendarios del Guajirito no solo ha significado mucho, sino que está significando mucho.»
Yo llevo más de cuatro años trabajando aquí. Legendarios del Guajirito no solo ha significado mucho, sino que está significando mucho. Muchas personas me tienen como el músico jazzista. Claro que yo amo el jazz pero yo soy cubano. Desde niño en mi casa se hacían descargas, mis difuntos padres cantaban la trova tradicional. Desde los siete años mi padre me enseñó a tocar la guitarra y yo toco boleros, me encanta la guaracha, todo. Entonces yo soy cubano y aquí se defiende nuestra música tradicional. Da la casualidad que como yo sabía que aquí se tocaba esta música (esto nunca lo he dicho), yo estaba muy interesado en trabajar aquí. Tuve esa suerte que me llamaran y me sentí muy a gusto.
Yo he tocado en muchos festivales de jazz en el mundo entero. Por muy bien que nosotros toquemos el jazz, el latin jazz, siempre la gente, el público espera la música cubana.
En una de mis giras con Ibrahim Ferrer, vi al público vitorear a otros jazzistas de primera línea pero deseaban mucho que Ibrahim comenzara a cantar. Por una parte me dio pena porque yo quería escuchar el jazz de esos artistas pero también me sentí feliz pues querían escucharnos a nosotros.
«Hacer lo auténtico es lo más importante. Te reconocen más.»
Yo gané el primer Grammy Latino en el 2004 con Ibrahim Ferrer y con Buenos Hermanos, pero no tuve la posibilidad de tenerlo así tan de cerca como con el quinteto de saxofones que hicimos de música instrumental, que estuvimos nominados y por lo menos ahora sí estuve ahí cerquita y fue una experiencia maravillosa e inolvidable con Ricky Martin que fue presentador, Johnny Ventura, muchos artistas que solamente había visto en videos y en televisión. Fue un orgullo.